Irónico es que el lugar donde te sientas más segura y tranquila sea justamente el lugar donde peor te tratan. Por eso debe ser que cuando estoy rodeada de gente que me quiere desinteresadamente, que espera que diga mi opinión sobre algo, que demuestre de lo que soy capaz, no pueda, no me salga, me ponga ansiosa y solo quiera salir a esconderme, a refugiarme a mi lugar.
Ese lugar donde siempre me dijeron que era muy chica, muy torpe, muy incapaz para todo y en el que crecí creyendo que todo eso era cierto.

Ahora sé que no es así, la vida es diferente afuera y tarde o temprano me tengo que acostumbrar a creerlo realmente, a aceptarlo.

La vida es diferente a cómo me la mostraron y yo también lo soy.

A veces me gustaría no sé dispararme en el lugar correcto del cerebro y hacer que esa parte que me molesta se vaya, no puedo hacerlo, hago todo lo posible porque no este más, por no escucharla cuando empieza a tirar mierda a todos lados, pero nada de eso es posible a veces.
Y termino así, siendo yo dejando que la mierda me invada, llegue a cada rincón de mí cuerpo, me consuma y consuma todo lo que intento día a día, haciendo que todo se reduzca a nada.

Me sentía sola, muy sola, nadie me escuchaba, nadie nada de nada, me escuchaste y fue genial, pero estás por dejarme de escuchar o yo ya no tengo nada que decirte. Y otra vez yo hablando sola y otra vez el silencio que se siente cuando ya esta todo completo de mierda. Otra vez sola de verdad.

Tengo este sueño, es una pesadilla, tiene sentido, explicaría qué es lo que creo que me pasó, todo cierra. Ya tengo el crimen, lo veo y lo siento así, lloro, grito, me asusto. Me despierto y lo anoto, lloro un poco más. Ya está, ya sé qué pasó, fin de la historia, no hay responsables..por ahora.
Y después de pensarlo muchas veces no es más que un sueño más, no esta todo el terror que me invade siempre, no hay nada, esta él creyéndome como siempre, como nadie más nunca hizo, no tengo pruebas, nadie más lo vio y lo único que me queda es la sensación de que me humillaron y lo saben y se ríen, se ríen de mí, de mi vergüenza. Y nadie me cree, sólo él.
No puedo no pensar nuevamente que fue una mentira que dije para justificarme, que él se la creyó, que yo no sé cómo deshacerla, sino porque tantas vueltas, tantas idas y vueltas.

No puedo aceptar que no vea lo mismo que yo cuando me veo en el espejo. Todo huele a mierda pero no es capaz de aceptar que ese olor soy yo pudriéndome por dentro.

¿Se puede cambiar tanto en TAN poco tiempo? ¿Cuánto llevo viva? ¿Habré llegado a la mitad de todo lo que puedo llegar a vivir o aún me falta?
Siento que la vida me sonríe, o al menos me muestra los dientes. ¿Por qué? ¿Qué le pasa? ¿Será momento de darme cuenta que me odia, o nos hemos reconciliado?

Demasiadas preguntas, que si soy inteligente sabría que no voy a poder responder ahora. Todo lo que tenga que llegar, supongo que llegará y si no llegase a llegar, le estoy pagando a una mujer 200 pesos todas las semanas para que me prepare para aceptar que lo que no tiene que llegar no llega y que si no llega es porque algo mejor está por llegar. Me gustaría que llegaras vos, me gusta jugar a la familia y esas cosas, pero es más bonito con vos cerca. Llegaras cuando sea que tengas que llegar o por ahí cuando llegues, llegues a otro lado, donde yo no haya llegado, no lo sé. Y por el momento lo mejor es no llegar a ninguna conclusión.

Tu vieja. (08/03/14)

Lo que decís no me afecta directamente, pero si afecta como era mi pasado, tengo que repensar todas y cada una de las palabras que salieron de tu boca, cada gesto y cada cosa que creí ver. Dudo mucho pero estoy feliz, en un momento pensé que estaba realmente herida por tu culpa pero por tu culpa también sano. No me iba a morir por vos, lo sospechaba,