martes, 21 de junio de 2011

Filosofía/Sócrates/Me gusta

En efecto, los que purgar (a los interrogados, es decir, los filósofos) están de acuerdo con los médicos del cuerpo en que éste no puede obtener provecho ninguno del alimento que ingiere hasta que no haya eliminado todos los obstáculos internos.
La teoría médica sostenía que el cuerpo no se halla en condiciones de aprovechar los alimentos mientras se encuentran en él substancias o  humores que lo perturben en su natural equilibrio: sólo una vez que la purga haya eliminado los humores malignos y haya limpiado el organismo, restableciendo el equilibrio perturbado, el enfermo podrá asimilar los alimentos de manera conveniente.
Aquellos (los filósofos) han pensado del mismo modo respecto del alma: que ésta no podrá beneficiarse de la enseñanza que recibe hasta tanto no la hayan refutado, y hasta que no hayan llevado así al refutado avergonzarse   de sí mismo y lo hayan desembarazado de las opiniones que le impedían aprender, y así lo hayan purgado y convencido de saber solo lo que sabe y nada más.

Bueno, por lo menos leyendo a Sócrates no me quiero pegar un tiro.

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