sábado, 5 de octubre de 2013

 El mundo se derrumba a mi alrededor y lo único que quiero es dormir.
Sé de lo que soy capaz y lo lejos que estás y de lo poco que me importa y de lo lejos que te vas y de todo lo que sufro y de que ya no estás más y todo lo que te podría extrañar.

 Pero no lo hago.

 Aprendí a estar sola, a ser abandonada, a ser olvidada, a olvidarme, a no llorar. A mentir (a morir) un poco cada día.
 Aprendí a sonreir a la nada y cada día que pasa recuerdo el por qué de que me guste tanto compartir mi vida solo con los extraños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario