Deje el blog hace unos días, a mi parecer fue hace meses, porque no tenía nada que decir de este modo. Seguí escribiendo pero en un cuaderno.
Realmente no sé qué espero que suceda ahora que no sucedió antes, tal vez nada, tal vez quiero que todo sea diferente.
Escuchar Nirvana y recordar lo que nos dijo una profesora el lunes, no es una buena opción, pero de cierto modo no puede ser de otra manera.
El lunes la profesora nos contó sus deseos (en tiempo pasado) de suicidarse y compartió con nosotros lo que ella consideraba la mejor manera de acabar con la vida, muy útil, sin embargo una idea terrible contárnosla a nosotros, y en especial a mí. Hoy es martes, así que tarde un día en vomitar este sentimiento, aunque duela es la mejor forma de estar, vomitar el mal que te rompe las pelotas en el interior.
El hecho de acabar con tu vida cuando quieras me resulta deliciosamente atractivo, pero no tanto como dejar un lindo recuerdo en la vida de todos los que me rodean y una marca o un aprendizaje, pero no por eso no desee causarme el mayor daño posible del mundo, si alguien me va a hacer sufrir quédense bien tranquilos que esa voy a ser yo. Hace años que no permito que nadie más me haga daño real.
Por otro lado el hecho de haber conversado esa misma tarde con amigas de verdad con la que hablo de otras cosas que con mis otras amigas de verdad, me sirvió para no sentirme sola entre las personas.
Finalmente la tan olvidada crisis, esa que sin embargo seguro, tarde o temprano, aparecería: no sé cómo se explica y ni siquiera tengo mis ataques de pánico, sin embargo allí la siento, cuando me descuide ¡zas! me voy a lastimar, a autoflagelar de la manera más dolorosa, de esa manera que he aprendido de quien me lastimaba antes, y que sólo yo he logrado imitar (en todo mi ateísmo digo: a DIOS gracias!). Una forma tan brillante que no deja marcas para los demás pero que es tan buena (no estoy segura de que es la palabra que necesito) que me lastima y marca eternamente.
Bueno todo esto sumado a la insoportable levedad del ser, y su cercanía extraña con Nietzsche, lo que va a rematar mi semana es una clase de filosofía el jueves.
Si sobrevivo esa clase sin ningún trauma podré decir que he superado otra semana de vida, sino no sé...Llenaré de publicaciones esto.
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